Preparación y repetición: el camino hacia la destreza en las artes marciales
He estado preparándome para algunas pruebas de artes marciales realmente difíciles recientemente. He estado entrenando extremadamente duro y quería compartir uno de mis métodos de entrenamiento contigo para mejorar la técnica, la combinación o el kata. Sea lo que sea. No es algo revolucionario o sorprendente, pero definitivamente es simple y efectivo.
Es así de simple. Practico repetidamente un conjunto de técnicas, prestando atención a cómo las ejecuto y, en poco tiempo, he alcanzado un nivel de destreza inigualable. Todo lo que necesitas es tiempo y dedicación.
¿Por qué es importante la repetición?
La destreza es el resultado de la repetición y la práctica constante. No es suficiente simplemente aprender una nueva habilidad. Debemos perfeccionar nuestra capacidad para ejecutar esa habilidad de manera efectiva incluso bajo presión. Esto solo puede ocurrir si la habilidad se convierte en parte de nuestra existencia. Para que la habilidad se convierta en parte de nuestra existencia, debemos familiarizarnos con ella repitiéndola tantas veces como sea posible, de manera constante. Mediante un entrenamiento continuo de la habilidad, se volverá intuitiva para nosotros y entenderemos los parámetros que hacen que la habilidad sea efectiva y las circunstancias en las que se requiere. Cuando nuestra intuición toma el control, nos liberamos de pensar en la mecánica de la habilidad y sin la carga mental de pensar, ejecutamos la habilidad magistralmente y respondemos más rápido a las circunstancias.
La repetición nos permite convertir una habilidad que una vez nos era desconocida en parte de nosotros mismos hasta el punto de poder invocarla por mero instinto.
Paulo Coelho resume esto maravillosamente a partir de su experiencia con el tiro con arco en su libro Como el río que fluye: «El arquero permite que muchas flechas vayan mucho más allá del objetivo, porque sabe que solo aprenderá la importancia del arco, la postura, la cuerda y el objetivo, repitiendo sus gestos miles de veces y sin temor a cometer errores.
Y luego llega el momento en que ya no tiene que pensar en lo que está haciendo. A partir de entonces, el arquero se convierte en su arco, su flecha y su objetivo».
Fases del entrenamiento
El aprendizaje es la capacidad de adquirir una nueva habilidad y ponerla en práctica cuando sea necesario. Al principio, todo lo que intentamos aprender nos resulta desconocido y torpe. A medida que repetimos lo que estamos aprendiendo, se vuelve más familiar y nos volvemos más expertos en ello.
Me gusta pensar en este aprendizaje en fases distintas que siguen el principio de Maestría, Shu Ha Ri. Las fases se pueden entender como:
Adquisición
Comienza con una demostración de algún tipo. Luego haces tu primer intento. Te sientes torpe y te resulta difícil maniobrar. Lo practicas varias veces para recordarlo, pero aún tienes que pensar en la serie básica de pasos para hacer el trabajo. Esto es adquisición. Ahora sabes lo suficiente como para empezar a practicar por tu cuenta.
Este es un paso crítico. Asegúrate de haber comprendido lo suficiente sobre los aspectos técnicos para realizarlo correctamente y así no lastimarte o practicarlo de forma incorrecta. Asegúrate de que tu técnica sea correcta. No importa cuánto practiques si tu técnica es incorrecta. No serás efectivo en la ejecución, lo cual es peligroso para ti. Por lo tanto, en esta fase es vital absorber tanto como sea posible sobre la técnica y practicarla bajo instrucción para que se pueda señalar cuando se utiliza una forma incorrecta y puedas corregirte.
El otro error que podrías cometer en este punto es tratar de ir a toda velocidad. También ralentízalo, asegurándote de ejecutar la técnica de manera perfecta. Intenta salir de tu mente y sentir la técnica para que puedas volver a establecer esa sensación cuando la practiques por tu cuenta. Las artes marciales se tratan de la mejora personal y todos necesitamos comenzar desde el principio.
Nuestro ego puede interponerse en nuestro aprendizaje y nuestro progreso. Mantén siempre la humildad en todo lo que hagas, deja el ego fuera del dojo y acepta el entrenamiento que estás a punto de recibir. No hay otra forma de progresar. El cinturón o rango que has alcanzado es un testimonio de tu arduo trabajo y debería verse como nada más. Cuando comprendas esto, desarrollarás la mente del principiante y, de repente, todas las puertas de la maestría en artes marciales se abrirán para ti. ¡La puerta por la que entrarás primero depende de ti!
Destreza
En este punto, puedes realizar los movimientos básicos correctamente en serie. Ahora es el momento de concentrarte y perfeccionar lo que has aprendido. Aquí es donde la repetición juega un papel fundamental. Debes repetir la serie de movimientos una y otra vez para desarrollar la memoria muscular o las vías neuromusculares que te permitan ejecutar la técnica sin pensar.
Para hacer esto, me gusta comenzar con el número 1000 en la fase de destreza. Cada vez que completo la técnica, disminuyo este número en 1. Continúo este proceso hasta llegar a 0. En este punto, he ejecutado la técnica 1000 veces y en este momento puedo realizar esta técnica incluso mientras duermo.
Se puede decir que he alcanzado un alto nivel de destreza en este punto.
Comprensión
Tu cuerpo ahora se habrá adaptado a la ejecución de la técnica y puedes realizarla sin esfuerzo y de manera efectiva a voluntad. A medida que realizas estos movimientos, es posible que encuentres nuevas adaptaciones y aplicaciones para la técnica. Se puede decir que ahora has comenzado a obtener ideas a partir de lo que has aprendido que son únicas para ti y tu situación. La técnica en este punto tiene más valor para ti que antes.
La comprensión es donde realmente haces tuya la técnica. Eres capaz de ejecutarla de manera autónoma y con una eficiencia incomparable. También eres capaz de adaptarla y aplicarla según tus propias necesidades y singularidad.
Pensamientos finales…
Como seres humanos y artistas marciales, constantemente necesitamos mejorar y esforzarnos por la excelencia en mente, cuerpo y espíritu. No importa cuánto hayamos avanzado, siempre hay más por explorar. Debemos mantener la humildad y seguir en el camino del aprendizaje y la introspección para poder ser una mejor versión de nosotros mismos de lo que éramos ayer.
«El éxito es un viaje, no un destino. La acción muchas veces es más importante que el resultado.»
~ Arthur Ashe
¡Enfócate en el proceso y los resultados seguirán!